Los fracasos de las dietas hipocalóricas convencionales motivó a los investigadores a buscar alternativas. Uno de los estudios que se hicieron fueron como el ayuno completo afectaba nuestro organismo en el año 1912 cuando Profesor Benedic tuvo en cuenta un estudio sobre el ayuno prolongado. El profesor publicó un trabajo en el que exponía los resultados obtenidos tras un ayuno prolongado donde demostró la existencia de una serie de mecanismos metabólicos que permiten acomodarse a una situación de ayuno.
Estos mecanismos se han ido adaptando a los requerimientos globales del individuo y a las exigencias particulares de cada órgano. Muchos autores han intentado modificar el ayuno completo con el fin de eliminar los riesgos y utilizar su eficacia. Fue el Dr. Blackburn hace cuatro décadas, el que desarrollo el concepto sobre dieta proteica y determino las bases que aún están vigentes en la actualidad. Planteó que una dieta PROTEICA permite disminuir la secreción de insulina hasta bloquear la formación de grasa (lipogenésis) y activar la movilización de las grasas (lipolisis) protegiendo la actividad metabólica de los tejidos nobles. Determino la cantidad de proteína para mantener un balance del equilibrio nitrogenado siendo en mujeres de 1.2 gr/Kg/ día y en hombre de 1.5 gr/Kg/día.