Consistes en retraer y estirar la piel del rostro y del cuello, dando un efecto lifting, dejando cicatrices prácticamente imperceptibles. Se realiza un barrido de la zona a tratar por debajo de la piel, junto con ello, si es necesario y durante el mismo procedimiento, se puede extraer el exceso de grasa en las zonas en que exista volumen anti estético. De manera general se realiza en una sola sesión, aunque en ocasiones puede repetirse de forma anual o las veces que el paciente, junto a su médico, lo estimen conveniente. Conseguimos modelar el contorno facial y además una retracción fundamental de la piel.
En una cirugía de rejuvenecimiento facial mínimamente invasiva, ambulatoria y tiene una rápida recuperación luego del procedimiento, la diferencia con un lifting facial en que se lleva a cabo en un menor tiempo quirúrgico, con un buen control sobre la coagulación reduciendo así el riesgo de sangrado y por tanto menos hematomas, postoperatorio mejor tolerado, rápida recuperación y resultados muy naturales. Los resultados se visualizan desde la primera semana post-quirúrgica y el post-opratorio demora entre 5 y 7 días, tiempo que tarda en reabsorberse el edema post-quirúrgico o esquimosis, en caso de que se presenten.