La técnica del lipoláser o lipoescultura láser se vale de un láser de alta precisión para hacer desaparecer los excesos de tejido adiposo, modelando el cuerpo. Este proceso no afecta a los tejidos y, por tanto, quien opta por someterse a la liposucción con láser puede olvidarse de la flacidez. Se obtienen excelentes resultados y la recuperación es más rápido que en la liposucción convencional disminuyendo las molestias, inflamaciones, dolores o hematomas (ya que el sangrado durante el proceso es mínimo). No obstante, sólo entre la segunda y cuarta semana después de la intervención es aconsejable retomar ciertas actividades como el ejercicio físico intenso. También son recomendables las sesiones de masaje o drenaje linfático para minimizar las molestias. Este tratamiento es efectivo en zonas pequeñas, donde encontramos grasa localizada. Entre las más comunes y las que mayores complejos causan a hombres y mujeres de todas las edades, cabría destacar las caderas, la cara interior y exterior de los muslos, el abdomen, el área interior de los brazos, las axilas, las rodillas, la espalda, los tobillos o papada.