Técnica mínimamente invasiva, donde se utilizan diferentes materiales, previa aplicación de anestesia local tópica. Si se tienen defectos en la nariz por accidente o por una cirugía que haya quedado estéticamente defectuosa, con este tratamiento se puede corregir desviaciones, rellenar el puente de la nariz o elevar la punta de la misma. No requiere de cirugía, ni quirófano.
¿CÓMO SE LLEVA A CABO?
Se lleva a cabo un examen previo de la anatomía nasal y consultará al paciente que aspectos de la misma desea remodelar o corregir, además de revisar su historial clínico, para evitar posibles contratiempos. Normalmente se toman fotografías antes de la intervención, de frente y de perfil, con el propósito de contrastarlas con el resultado final. El procedimiento es sencillo, tarda entre 15 y 20 minutos, no es doloroso para el paciente, con incorporación a la vida normal de manera inmediata. Se suelen precisar 1 sesión y retoque al cabo del mes eventualmente.