La persona que tiene la percepción de que su piel nunca está lo suficientemente morena, y se sobreexpone al sol o rayos ultravioleta, se considera que sufre tanorexia. Una enfermedad que va en aumento entre los jóvenes y que llega a causar graves problemas.
Es una de las causas más importantes del envejecimiento prematuro, pero sus índices no descienden, a pesar del mensaje de los dermatólogos, que alertan sobre sus efectos nocivos, que son cada vez más directos y constantes. Las endorfinas podrían ser las culpables de esta adicción, ya que exponerse al sol produce la liberación de las hormonas, relacionadas con el placer, dando origen al trastorno cerebral y, por consiguiente, nunca se sienten satisfechos con el tono de su piel.
Al igual que la vigorexia o la anorexia, la persona tanoréxica tiene una imagen distorsionada de sí. Muchos, no solo asocian el verano a estar muy moreno, sino que desean estar todo el año bronceados, por lo que al final la piel lo acaba pagando. Pero, aunque en los últimos 20 años la cantidad de melanomas se haya multiplicado por 10, un 31% de los españoles sigue tomando el sol en horas de máximo peligro. De ellos, el 60% no conoce su fototipo, utilizando el protector inadecuado, incluso dejan de utilizarlo cuando están morenos, al pensar –de manera errónea- que no corren el peligro de quemarse.
Envejecimiento dérmico prematuro, melanomas o cáncer de piel son algunos de los problemas que surgen cuando la piel se somete a un exceso uso de cabinas de rayos UVA o a un máximo de exposición solar.
Desde Clínica Bonome seguimos aconsejando la utilización del protector solar adecuado para cada piel, más si cabe en estos meses de calor, donde nos exponemos durante más tiempo al sol, para así evitar graves problemas -como los tratados- en el futuro.
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