Es frecuente que en el abdomen, se forme un cúmulo de tejido graso, distribuido también de forma localizada en diferentes partes del cuerpo, como aductores, región interna y/o superior de rodillas, muslos o glúteos. La adiposidad localizada puede tener distintas causas, así como varios tratamientos para ser eliminada, como el que detallaremos a continuación.
Una mala alimentación, desequilibrada, rica en hidratos de carbono y alimentos grasos pueden derivar en la aparición de estos tejidos en nuestros cuerpo. También se debe a la falta de ejercicio físico, sedentarismo o simplemente por herencia, por genética, llegando a ser antiestético en algunos casos, pero también muy perjudicial para la salud.
Llevar una dieta equilibrada debe ser la primera solución al problema, provocando un descenso de peso que ayude al cuerpo a recuperar su verdadera forma. Pero puede ser que no baste únicamente con ello, por lo que un tratamiento alternativo como ‘Aqualix’ podría ser el principal aliado para acabar con la grasa localizada en nuestro organismo.
Se trata de una solución micro-gelatinosa acuosa, biocompatible y totalmente reabsorbible. Su principal función es la eliminación de la grasa localizada, destruyendo los adipositos de modo no quirúrgico. Como explicamos, está indicado para zonas como papada, abdomen, caderas, flancos, pliegue en espalda (bajo el sujetador), rodillas y, en general, en aquellas zonas donde se reflejan problemas de grasa localizada. El tratamiento consiste en la infiltración de pequeñas cantidades de dicha solución en el espesor de los cúmulos adiposos a tratar. Esta solución posee un efecto detergente sobre las membranas celulares de los adipositos que conducirá a la reducción del espesor de la grasa subcutánea en la zona tratada.
La técnica puede ser complementada con tratamiento de cavitación, en dicha área. Una vez finalizado, es recomendable utilizar -durante los primeros días- medidas de compresión local (medias o faja). La reducción de volumen se empieza a notar a partir de la tercera semana, momento para valorar la necesidad de otra sesión si fuera necesario.
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