Las varices afectan a una de cada cinco españolas. Estas dilataciones venosas, que impiden el adecuado retorno de la sangre al corazón, se producen por diversas causas y suelen aparecer en las piernas a modo crónico, no desaparecen por sí solas. Aunque fundamentalmente se considera una cuestión estética, estas lesiones vasculares pueden causar molestias, piernas cansadas, picor, hinchazón, dolor e incluso futuras complicaciones que requieran de hospitalización en función de su profundidad, calibre y extensión, por lo que deben contemplarse como una señal de alarma.
Existen varios tipos de varices clasificadas según su tamaño, profundidad y gravedad. Las tronculares son varices graves de mayor tamaño, que presentan un aspecto abultado y ondulado. Las reticulares, con un tamaño mediano, se dilatan en forma de zig-zag y, finalmente, las telangiectasias, que aunque son asintomáticas y no tienen importancia clínica, sí poseen un alto componente estético.
Para el tratamiento de las varices estéticas no graves, telangiectasias o arañas vasculares, está adquiriendo una creciente relevancia la eliminación de varices con tecnología láser. Con esta técnica, mínimamente invasiva, y sin necesidad de cirugía; se eliminan estas lesiones vasculares de forma segura, rápida, con alta precisión y efectividad, obteniéndose resultados satisfactorios y duraderos con una recuperación inmediata. Sus ventajas y beneficios han relegado a otras técnicas, como la escleroterapia, a la eliminación de varices de gran tamaño.
Para más información en, www.clinicabonome.com, también a través de las redes sociales de Clínica Bonome o llamando al 922 282 162.