El fotoenvejecimiento es un envejecimiento de la piel causado por la radiación ultravioleta(rayos UVA y UVB) y es un proceso distinto del envejecimiento cronológico. Para empezar se produce fundamentalmente en las capas más externas de la piel. El daño solar se manifiesta allí pérdida de elasticidad, flaccidez, piel fina e irregularidades.
La piel fotoenvejecida presenta una disminución de un 20% de media del total del colágeno en comparación con una piel fotoprotegida, pues la luz UV causa daño año colágeno y a otras estructuras debido a la formación de radicales libres que se produce con el exceso de sol.
Cuando esto ocurre, nuestro organismo intenta por sí mismo reparar el daño causado por los radicales libres, pero la acumulación de pequeños no reparados son los que van a provocar cambios en nuestra piel.
Los Factores de Crecimiento son proteínas que, mediante su unión a un receptor de nuestras células consiguen la regulación de su crecimiento, la división o la reparación celular, entre otras funciones. Que realice una u otra función dependerá del Factor de crecimiento que usemos, del estado fisiológico de la célula y del tipo de célula que se trate.
Los Factores de Crecimiento intervienen en los procesos de comunicación inter e intracelular, pero nunca funcionan de manera aislada sino que interactúan siempre con otras proteínas, logrando así la potencialidad de invertir el fotodaño.
El Factor de Crecimiento más estudiado es el TGB1 (de transformación Beta 1). Distintos estudios han demostrado que aumenta la síntesis de colágeno, promueve la formación de tejido, aumenta el grosor de la dermis regenerada y estabiliza la unión dermo-epidérmica.
Casi todas las células de nuestra piel tienen receptores TGFB1,por lo que se trata de la familia de factores de crecimiento más activa. Las dos propiedades más importantes son la atracción de las células inflamatorias y la estimulación de la matriz extracelular.
La activación mediante cremas y serums adecuados del TGB1 lo hace reconocible para los receptores de nuestras células y frena el proceso de envejecimiento producido por la reducción de la biodisponibilidad del factor TGFB1, la disminución de su expresión genética y la reducción en su capacidad de fijación a receptores de fibroblastos.
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